
Todo los amantes de la alfarería, tarde o temprano, se enfrentan a esta elección: ¿comprar un torno de alfarero ? Y si es así, ¿cómo elegirlo? Los que empiezan suelen utilizar herramientas compartidas en espacios como talleres y escuelas. Pero a medida que aumenta la experiencia y la práctica, comprar tu propia herramienta se convierte en una necesidad.
Es una elección importante que necesita tomarte tu tiempo: no sólo por la inversión económica que suele representar, sino también porque, al ser una máquina muy duradera, el torno te acompañará durante mucho tiempo. Por lo tanto, debe tener exactamente las características y cualidades que necesitas.
¿Cuánto cuesta un torno cerámico?
O mejor dicho, la pregunta correcta es: ¿cuánto debería gastarme en un torno cerámico? La respuesta depende de ti y de lo que necesites. ¿Estás empezando? ¿Estás aprendiendo y sueñas con montar un estudio en casa? ¿O la cerámica es tu camino vital, artístico y profesional? Dependiendo del nivel en el que te encuentres, puede tener sentido invertir en herramientas más básicas o en equipos profesionales.
Un torno de mesa, pequeño y eléctrico, puede ser ideal si eres principiante o estás aprendiendo. Te ayudará a familiarizarte con el trabajo de la arcilla y es perfecto para crear objetos pequeños. Los precios de este tipo de torno oscilan entre 400 y 900 euros.

En los últimos años, también es posible encontrar tornos con un precio inferior a 200€ en varios mercados. Decidimos comprar un par de ellos para probarlos, y el resultado es que no recomendamos comprarlos: a menudo no están certificados (CE) y al estar construidos de forma muy económica pueden presentar problemas y riesgos, como un cortocircuito causado por el agua necesaria para el frabajo. Por no hablar de que, en caso de daños causados por estas máquinas, no hay garantía ni cobertura de seguro. Por eso Hobbyland ha optado por tener en su catálogo sólo tornos de marca, con garantía y calidad certificada, incluso para el nivel básico. Ten en cuenta que un torno de marca también es más fácilmente revendible, si decides cambiar a una herramienta de nivel superior.
A medida que aumentan la calidad y las prestaciones del torno, también lo hace su precio, que a menudo supera los 1.000 euros. Un torno de alfarero profesional de esta categoría es sin duda más adecuado para quienes tienen más experiencia: entre las ventajas, ofrece un plato de trabajo más grande y, por lo tanto, la posibilidad de utilizar mayores cantidades de arcilla y crear objetos más grandes, así como una mayor estabilidad y resistencia en el tiempo para quienes trabajan a un ritmo intensivo. Comprar un torno de alfarería de este nivel es, sin duda, un compromiso. Pero utilizando, por ejemplo, un sistema de pago a plazos (como HeyLight o Scalapay), es posible repartir el gasto a lo largo del tiempo y así afrontar mejor una compra sin duda más cara, pero sin duda más segura.
Un torno es para siempre… ¡o casi!

Comprar un torno de alfarero también requiere razonar sobre tus perspectivas futuras como alfarero. Si estás empezando, de hecho, será natural que te decantes por pensar en una herramienta sencilla y más barata. Pero piensa también en tu trayectoria y tus objetivos. A medida que adquieras más destreza y desarrolles tu propio estilo y forma de trabajar, también aumentarán tus necesidades: un torno más rápido, o uno con más posibilidades de ajuste; o uno con mayor capacidad para obras más grandes, etc. ¡Razonar sobre el futuro ahora te evitará tener que cambiar de torno más adelante!
Tu entorno de trabajo
Los modelos de torno pueden ser muy diferentes y varían considerablemente en cuanto a tamaño y equipamiento. Hay algunos que constan sólo de base y plato giratorio, con una fuente de alimentación que puede ser un motor o un pedal. Otros, en cambio, tienen mayores dimensiones y una configuración más compleja, con equipamiento como asiento, superficie de trabajo, protectores contra salpicaduras u otros accesorios.

El tipo de tu entorno de trabajo, por lo tanto, te ayudará a elegir qué herramienta se adapta mejor a tu espacio y necesidades. Si ya tienes una mesa de trabajo, por ejemplo, tu torno ideal será uno con una estructura más sencilla. Si quieres proteger tu espacio, te recomendamos que compres un torno equipado con protecciones, mejor aún si son desmontables: en algunos casos, las protecciones pueden interferir en tu movilidad alrededor del plato y, por lo tanto, afectar a tu forma de trabajar.
Torno de traslación: ventajas e inconvenientes

Este aspecto también es muy importante para orientar tu elección. ¿Eres profesor y utilizas el torno para demostraciones y clases fuera de tu taller? ¿Necesitas llevarlo contigo a ferias y otras ocasiones? ¿O tienes previsto cambiar o modificar tu taller en un futuro próximo? Todas estas pueden ser buenas razones para comprar un torno portátil.
Un torno de este tipo tiene una estructura muy sencilla y, a diferencia de los tornos de estudio, es más pequeño, ligero y fácil de manejar. El modelo de la foto está equipado con 2 platos intercambiables y una protección antisalpicaduras de plástico desmontable. Su motor es silencioso y tiene dos sentidos de giro con velocidad regulable. Por otro lado, ten en cuenta que en un torno más pequeño podrás trabajar una menor cantidad de arcilla, y que la velocidad y la sensibilidad de rotación del plato no estarán al mismo nivel que en un torno de estudio. Pero como compañero de viaje, ¡es una herramienta absolutamente versátil y fiable!
Alimentación de torno cerámico: ¿a pedal o eléctrica?
Aunque lo mencionemos en último lugar, el modo de alimentación es una de las características más importantes a tener en cuenta si estás pensando en comprar un torno cerámico. El torno tradicional, como sabes, funciona con el empuje que ejerce el pie sobre un pedal que acciona el plato. El torno de pedalrequiere, por lo tanto, más esfuerzo físico y éste es un factor a tener en cuenta. En cambio, la mayoría de los modelos actuales se combinan con un motor eléctrico que facilita el control del movimiento.
Un torno accionado eléctricamente, además de no requerir ningún esfuerzo físico, ofrece una velocidad de rotación mayor y más constante, aunque aprender a manejar el movimiento del plato sin una aceleración demasiado brusca puede resultar difícil, sobre todo para los principiantes. Desde el punto de vista del funcionamiento, los tornos accionados eléctricamente se distinguen por el tipo de accionamiento del plato: accionamiento por correa y accionamiento directo.
La tracción por correa es el sistema más utilizado. Un torno con esta tracción puede tener distintos aspectos y tamaños, desde el compacto torno de mesa hasta la estructura más articulada de un torno Shimpo Rk-55, pero el funcionamiento es el mismo: una correa que conecta dos poleas, una en el motor y otra en el plato, y permite que la primera ponga en movimiento al segundo. Este accionamiento suele ser fiable: los únicos incidentes imprevistos que pueden producirse son el deslizamiento o la rotura de la correa. En el primer caso, hay que ajustar la tensión entre las poleas, mientras que en el segundo habrá que sustituirla. Sin embargo, se trata de soluciones rápidas, que permiten que el torno vuelva a funcionar perfectamente en poco tiempo.


En cambio, la transmisión directa o Direct Drive implica un motor de corriente continua conectado directamente a la bancada del torno. La velocidad puede ajustarse electrónicamente, mediante un pedal. Un torno de accionamiento directo, como estos modelos Whisper o RK-3E de Shimpo, es sin duda el más moderno y fiable del mercado, y garantiza no sólo una potencia continua, sino también casi ningún ruido, porque el motor es muy silencioso.


Sea cual sea el accionamiento que prefieras, otros elementos a tener en cuenta a la hora de elegir son la posibilidad de ajustar no sólo la velocidad, sino también el sentido de giro del plato (¡muy útil no sólo para personalizar el trabajo, sino también para facilitarlo a los zurdos!) y la potencia del motor. Un buen torno, de hecho, debe mantener una velocidad constante, y como norma general recomendamos comprar un torno con una potencia a partir de 350 W.
Como todas las elecciónes importantes, en definitiva, también la que se refiere a la compra de un torno de alfarero depende de muchos factores. Pero el más importante de todos, al final, eres tú: tu nivel, tus necesidades, tu proyecto artístico.
Con esta guía, esperamos haberte proporcionado pistas y consejos que te ayuden a afinar tus necesidades y a hacer la mejor elección para tu futuro como ceramista.