
¿Sabes ese toque final brillante, suave y a menudo coloreado que hace que destaque toda una joya o uno de sus detalles?
La técnica para conseguir ese acabado se llama esmaltado y puede aplicarse de dos formas: al fuego o en frío.
De las dos, la aplicación más sencilla y rápida es sin duda el esmaltado en frío. En esta guía te contamos todo lo que necesitas saber sobre este producto y esta fascinante técnica, y te guiamos paso a paso en la realización de un proyecto sencillo e impresionante.
¿Qué es el esmaltado en frío?
El esmalte en frío es una resina bicomponente formada por una base coloreada y su endurecedor que, una vez mezclada y aplicada, se autonivela para crear un efecto vitrificado brillante y resistente.
Es una técnica perfecta para quien quiera personalizar metales, pero, al tratarse en realidad de una resina, su aplicación no tiene límites y puede utilizarse también sobre cerámica, madera, vidrio o plásticos sin necesidad de hornos ni equipos especiales.
Una vez seca, la superficie será resistente a los arañazos y a la luz solar, igual que un esmalte horneado… ¡pero sin hornear!

Lo que necesitas
- Colores: a elegir entre opaco, transparente, nacarado o metalizado
- un vaso pequeño
- listones de madera
- balanza de precisión
- Botella exprimible
- palillo
- pieza para decorar
El proceso
Paso 1. Prepara la mezcla
La proporción de mezcla de estos esmaltes en frío cambia según el catalizador incluido en el envase, basta con mirar la etiqueta (puede ser 100/50 o 100/40). Esta cifra es muy importante para conseguir una catálisis perfecta, y aquí la balanza de precisión viene en nuestra ayuda.
¡Empecemos ya!
Vierte 10 g de resina + 4 g de endurecedor en un vaso pequeño y mezcla las dos partes con la ayuda de una varilla de madera. Es esencial hacer este paso muy despacio para evitar incorporar aire a la mezcla.
Después de mezclar, espera 3-4 minutos a que las burbujas de aire suban a la superficie.

El esmalte frío puede aplicarse con jeringuilla, pincel, espátula o vertiéndolo en un molde.
Para nuestro proyecto, contaremos con la ayuda de la botella Squeeze.

A continuación, vertemos la mezcla previamente mezclada en el interior, lo cerramos y aplicamos la boquilla del tamaño que consideremos más adecuado para decorar la joya.
Paso 2. Decora tu base
Ahora aplica el color, prestando atención a la cantidad.
Incluso en esta fase es importante trabajar despacio para evitar una aplicación excesiva.
Si accidentalmente aplicas demasiado, no te preocupes, retira el producto, límpialo con un paño y vuelve a empezar.

Paso 3. Deja secar
Durante las primeras 18 horas se recomienda proteger el color del polvo, simplemente cubre la joya con un vaso pequeño limpio.
Deja tu proyecto inmóvil en un lugar sin polvo durante 24 horas.
Evita tocarlo o moverlo hasta que la superficie esté completamente seca y dura.

Si lo consideras necesario, también es posible alisar/lisar/pulir el esmalte cuando está totalmente catalizado.
¡Voilà! ¡Tu colgante está listo para ser usado!
La mayor dificultad que puedes encontrar es la formación de burbujas. Recuerda que es esencial en la parte inicial evitar mezclar rápidamente.
Si tienes muchas burbujas en racimos, como espuma, puede ser que la resina durante la mezcla estuviera demasiado fría, no a temperatura ambiente, en cuyo caso la solución es calentar la resina a temperatura ambiente y volver a mezclar la mezcla.
Si tienes una superficie rugosa, puede ser que la temperatura sea demasiado alta.
Si las burbujas están en tu pieza cuando ya has aplicado el esmalte, tienes dos opciones. Puedes utilizar una aguja para hacerlas subir a la superficie y reventarlas o utilizar una llama con la misma técnica que con la resina.
Consejos útiles
- Prepara sólo la cantidad de resina que vayas a utilizar: una vez mezclada, empieza a catalizar inmediatamente.
- Trabaja en un entorno ventilado y protege bien la superficie.
- Si quieres crear varias capas, espera a que la primera esté completamente seca antes de verter la segunda.
- No es aconsejable trabajar en un ambiente con una temperatura inferior a 18°C, el tiempo de curado sería mucho mayor y en algunos casos la mezcla podría no endurecerse.
- Almacena el producto a temperaturas no inferiores a 12°C
- En invierno, si es espesa, puedes calentarla unos minutos.
- Mezcla bien el color base antes de cada uso, porque los pigmentos tienden a sedimentarse.
- Limpia las herramientas con amoniaco o alcohol isopropílico en la hora siguiente a su uso.
- Los colores se pueden mezclar antes de añadir el endurecedor.
- Si tienes que aplicar color en superficies curvas, convexas, cóncavas, o si tienes que decorar en vertical, debes sustituir el endurecedor clásico por el endurecedor específico: ENDURECEDOR PARA SUPERFICIES CURVAS.
Con un poco de práctica, el esmalte en frío se convierte en un aliado insustituible para conseguir decoraciones brillantes y profesionales. Y tú, ¿ya tienes en mente qué personalizar?